Posteriormente, se supo que se trató de un grupo de extorsionadores que quemaron la unidad como represalia por no pagar las cuotas que exigen, algunos de los cuales fueron asegurados día después en Neza.

Sin embargo, en esa combi viajaban, entre otras personas, la señora Sara Procopio y su hijo Johan, de 13 años, los cuales quedaron con múltiples heridas debido a tal ataque, particularmente el niño, quien recibió quemaduras que hoy ponen en riesgo sus órganos.

El menor lleva dos meses internado en el hospital de Traumatología de Lomas Verdes, mientras que su mamá murió pocos días después del brutal ataque.

Asimismo, piden ayuda de las autoridades municipales, estatales y federales, así como de la población en general, ya que el padre del menor ya no vive con ellos, y es un tío quien con lo que cuenta ha brindado el apoyo, mismo que no es suficiente.