El abogado del colegio Thales  Mileto  amenazó  al padre del niño  que fue golpeado dentro de esa institución, durante una Audiencia de Conciliación, con demandarlo  si continúa manchando la imagen de la escuela  e  informar lo que pasa a través de los  medios de comunicación y redes sociales, como lo hizo anteriormente dando a conocer el caso,  señaló María Rosa González, madre del pequeño afectado.

María, esposa de Gerardo Pineda Vanegas, padres del niño Nicolás, quien fue golpeado por dos de sus compañeros dentro de la escuela privada Thales Mileto, explicó que el pasado 25 de enero,   en Toluca, dentro de las oficinas de la Subdirección de  Escuelas Incorporadas del Gobierno del Estado, Reyes German Aguilar Trejo, abogado de la institución ubicada en calle Yucatán 415, en la colonia Santa María Tulpetlac, amenazó a su  marido por hacer público el caso.

Lo que pensaron  dijo  sería una Audiencia de Conciliación para dar solución al problema y ver si se otorgaba el perdón,  por la denuncia  por  lesiones  que iniciaron  el pasado  23 de septiembre, quedando los hechos registrados en el oficio con número 994/16 en el Ministerio Público de San Cristóbal, en la Mesa 5, después de que personal docente  hizo caso omiso cuando  su hijo sufrió agresiones  físicas  por dos  estudiantes de la misma clase, uno de ellos hijo del hermano  del dueño del plantel,  no  concluyó en ningún acuerdo, y tras la advertencia les pidieron analizaran que era lo que querían.

Por este hecho, antes de concluir la reunión, narró María,  el  licenciado se dirigió a su esposo Gerardo,  y en presencia del representante legal y dueño de la institución Fidel  Martínez Aguilar,  le dijo que dejará de  estar haciendo publicaciones en medios informativos así como malos comentarios en redes sociales, ya que les estaban ocasionando problemas al manchar la imagen de la escuela.

“El licenciado Reyes Germán le dijo a mi marido ‘Si usted vuelve  a dar entrevistas para hablar mal del colegio,  voy a tener que proceder  a petición del representante legal a demandarlo legalmente por causarnos   desprestigio, así que le sugiero  se conduzca  únicamente por medio de las instituciones correspondientes”, explicó molesta.

Recordó  María  Rosa que su esposo Gerardo en presencia de ella, respondió, que  ante la apatía y despotismo con el que fue tratado  cuando surgió el problema el pasado 19 de septiembre del 2016, al no  dar solución a su queja, decidió, al estar en todo su derecho, dar a conocer el caso, para que solo así dieran solución a su demanda.

“Esto para nosotros fue una amenaza, ya que creen que buscamos un lucro y por eso  dimos a conocer el caso, pero no tienen por qué prohibirnos hacer algo en lo que estamos en nuestro derecho de libre expresión,  le pegaron a mi hijo, y ellos en vez de dar una solución  nos corrieron y ahora  nos advierten que si volvemos  a dar entrevistas, demandarán a mi esposo, esa no es la manera correcta de llegar a una conciliación”, refirió  Rosa.

María  insistió en que  su esposo Gerardo  manifestó tanto al abogado como al dueño de la institución que no era un desprestigio a la escuela, que era un caso real y como estaban queriendo ocultar las cosas y hacer caso omiso a la problemática,  optó por hacerlo público ante la negativa de presentarse a compadecer.

Por otra parte, comentó que también  han pedido tener una plática  con los padres de los menores que agredieron a su hijo Nicolás, pero que hasta la fecha no han dado la cara para así poder solucionar la problemática de la que no espera sacar beneficios propios, solo que el colegio Thales Mileto, reciba la sanción que merece a través de la Subdirección de Escuela Incorporadas del Estado de México.

Finalmente, mostrando los documentos  donde se sugiere su pequeño tome terapias psicológicas, hizo hincapié en que aunque los propios familiares del dueño del colegio han esparcido  rumores según  se enteraron,  que ellos quieren lucrar y sacar provecho de un asunto sin importancia, seguirán  su lucha para que  reciban  el castigo que marcan  las instituciones correspondientes  y la reparación  de los daños  por las lesiones de la que fue víctima Nicolás  y hasta  la fecha  los responsables no han sido castigados.